Kate Middleton, o cómo hacer del tocado el elemento diferenciador de tu look de boda


La duquesa de Cambridge ha ganado con un 91% de los votos. Lo que no entendemos es que haya habido un 9% que no la haya votado. En lo que concierne a la sombrerería no podía haber un vencedor más claro. Desde su compromiso matrimonial en 2010 su impacto en el sector ha sido enorme. Las ventas de tocados han subido un 65 % en su primer año como personaje público e incluso la búsqueda de tocados en Google ha subido casi un 70%.
Es verdad que en el Reino Unido están habituados a utilizar el sombrero y el tocado con mucha naturalidad, y sobre todo la familia real acostumbra a llevarlo en cualquier acto formal de día, servicios religiosos, bodas, actos militares y por supuesto las famosísimas carreras de Ascot, pero el hecho es que Kate ha insuflado un soplo de aire fresco a esta costumbre, dejando atrás los modeletes francamente rancios de las otras royals y decantándose fundamentalmente por tocados más pequeños y coquetos, mucho más fáciles de llevar, los llamadosfascinators.
¿Qué cual es la diferencia? Pues esencialmente, el fascinator o tocado no cubre la cabeza y no tiene ala. Es más bien un adorno, de pequeña dimensión y mucha fantasía, basado en las flores, las plumas, la pedrería o los lazos. Se suelen sujetar con una diadema, una peina o una banda elástica.
Kate, con buen criterio dada la crisis, se viste de marcas high street, al alcance de cualquiera, como Reiss, L.K. Bennett o Zara, y desde luego sin arriesgar en su estilo. Los modelos suelen ser correctos, los zapatos, de pereza y las botas de caña alta elásticas ceñidas inenarrables. Pero en los tocados, le echa más gracia. Recordemos el guiño que hizo en su primer viaje oficial a Canadá con un tocado de hoja de Arce. Ha puesto de relieve no solo a nombres consolidados como Philip Treacy o Sylvia Fletcher de Lock & Co, sino también a diseñadores poco conocidos como Rose Cory and Vivien Sheriff. El resultado es que por mucho que el modelo en cuestión esté al alcance de cualquiera, el tocado con el que lo completa hace que el look sea único, sofisticado y muy royal.

Pero a Kate este año le ha surgido una pequeña dificultad. El dress code que rige en el Royal Enclosure de las carreras de Ascot, donde recibe la familia real, ha prohibido el uso del tocado (por lo menos el que tenga un diámetro inferior a 10 centímetros) y se impone el uso del sombrero o pamela. A ver con qué nos sorprende.
En cualquier caso, y como siempre volviendo a la maldita crisis, en cuestión tocados, también se puede ahorrar. Kate va 'de compras por casa', repite modelo pero cambia de tocado y voilá: dos estilos completamente distintos. Lo hizo llevando un abriguito marfil que combinó con distintos tocados en la boda de Laura Parker Bowles en 2006 y en la de Zara Phillips en 2011.
Anamaría Chico de Guzmán, de Mimoki, nos confirma esta tendencia. En Mimoki asesoran a las clientas que, con múltiples bodas a las que acudir de invitadas y un presupuesto limitado, deciden hacer del tocado el elemento diferenciador. “Un mismo vestido con complementos distintos cambia completamente y el complemento por excelencia es el tocado”. De hecho, para hacerlo aun mas fácil, te dan la posibilidad de alquilarlo para el evento por un precio muy asequible (entre 45 y 70 euros). Así es fácil renovar tus looks permanentemente.
Si nunca te has atrevido, una boda es la ocasión ideal para lanzarte a probar esta moda, ya seas invitada, madrina o madre de la novia. Atrévete con una banda, pamela, tocado o incluso lo más cool, ¡un turbante!
Este es un elemento más que aporta elegancia...así nos podemos ver...
GLAMOROSAS HASTA EL FINAL!!!
nos animamos????